A ambos les molesta esa visión que tiene el afuerino, el que no este a diario con sus manos llenas de greda, sea invierno o verano, día o noche, llueva o no, se sienten pasados a llevar, aunque Lorena nos dice que siempre le ha gustado trabajar en el taller, me sirve como terapia, pienso, me relajo, reflexiono, salgo de la casa, esto hace que no me sienta ahogada, no lo hago por plata, o sino haría otra cosa, lo hago porque se hacerlo bien y me gusta.
Han pasado unos minutos, y Lorena ya ha pulido varias fuentes, el pulir es emparejar, suavizar y redondear los contornos de la fuente, su único instrumento para hacer esto es una piedra lisa que recogió de el camino y sus manos, así de simple, es lo que llamamos transformación de la naturaleza, usando solo elementos de esta y por medio del esfuerzo físico y psíquico se logra llegar al resultado deseado, mediado también por el perfeccionamiento del trabajo que se ha logrado a través de la experiencia y las constantes ganas y motivación por conseguir el mejor acabado.
Hablando y hablando pregunto por su relación con los demás artesanos de Pomaire y nos cuenta que hay una agrupación pero que ella con sus hermanos no están involucrados, hay mucha competencia y sobre todo con las personas que se han atrevido a vender artículos que no tienen que ver con lo que respecta a la greda, como chalecos, joyas, trabajos en otros materiales que no son los que hacen característico a este lugar, según Lorena no le hace bien a Pomaire que se vendan productos distintos porque de a poco se pierde la asociación que las personas hacen de un producto determinado (artesanías en greda) con esta zona, a su vez también nos habla de algunas personas que les intentan comprar a ellos el producto listo y se instalan en los locales que están ala entrada del pueblo para venderlos, actitud que no es bien vista por ellos, así es que se niegan rotundamente cada vez que intentan adquirir alguna artesanía hecha por ellos, lo ven como algo poco ético, poco solidario y enfocado solo en la ganancia personal y no en la ganancia de la actividad artesanal en general.
Para ella el diferenciarse, el darle un cariz único a lo que hace es su aporte, buscar maneras distintas de hacer algo que podría hacer de la misma manera que los demás, eso crea satisfacción permanente en la actividad realizada, al cumplir los objetivos que se plantean en la forma de realizar su labor. Podríamos catalogar, después de escuchar el valioso testimonio de Lorena, como un ser que se auto-actualiza por medio de su trabajo, que se desarrolla y crece a través de el, que tiene necesidades que hacen crecer su motivación por su trabajo.
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